Conversando con la Noche y con el Viento

Empeñado en barrer

el atardecer

sorprendí al viento.

Era un chiquillo desnudo

que al verme, me brincó al cuello

y se puso a enredar con mi cabello.

Temblaba su voz

entre las ramas del manzano.

Silbaba entre los cañizos

cosas que uno anda cantando

y nos pilló la noche conversando.

De atardeceres

y de soledades...

De andar y andar

buscando verdades

para encontrar

siempre otra pregunta

ir y venir

y no llegar nunca.

Corazón de pluma

¿pa' qué pierdes el tiempo

conversando con la noche y con el viento?...

Volvía del Sur...

Era perezoso y caliente,

con las alforjas cargadas

de polvareda y simientes

de otros sementeros y otras gentes.

Tenía tanto para contar

desde el árbol de las manzanas...

Tantas imaginaciones, que

la noche se resbalaba

por sentarse a oír lo que contaba.

Vyšlo na albech